LA PROCESION VA POR DENTRO

SABADO SANTO

Ya está todo el calma el hijo que murió en la cruz reposa en el sepulcro. Todo parece haber terminado, solo se oye como una madre angustiada y sola llora al pie de el madero de la cruz. San Pedro abre sus puertas para que el luto de las Damas de la Soledad inunde las calles de Avila, ellas acompañan en su sentir a su madre Maria de la Soledad, que esta desconsolada y con la mirada perdida en el infinito, la cruz ha quedado vacia, solo el sudario con el que bajaron a Jesus queda prendido como recuerdo de el acto tan dramatico que se ha vivido.

Llevo 18 años (1996) como cofrade, en 2002 entré como vocal en la directiva, y en mayo de 2004 como presidenta,por lo que esta semana santa cumplo 10 en la presidencia de la cofradía.

El Jueves Santo por la mañana, nos reunimos la junta directiva para preparar las carrozas, limpiarlo todo, colocar las faldillas, y por supuesto, situar a nuestra imagen titular y a la cruz en sus respectivas carrozas, que previamente se trasladan desde la nave de la junta de Semana Santa hasta la iglesia de San Pedro. Es el propio sábado santo por la mañana, cuando volvemos al templo para dar los últimos retoques, y por supuesto, nuestro florista adorna las carrozas, para que las flores estén lo más frescas posibles.  

Antes de la procesión, desde luego muchos nervios, sobre todo porque no sabes cuanta gente va a ir en la procesión, y últimamente lo que nos hace sufrir más es el clima, con la nieve y la lluvia. Para que las cofrades vayan preparadas espiritualmente a la procesión, nuestro párroco, hace unos momentos de oración y meditación previos a la salida, que ayudan a nuestras cofrades en el silencio y recogimiento propios de un sábado santo, día de gran luto para la Iglesia.

La procesión lleva un orden establecido que seguimos desde hace varios años y que organiza la procesión en distintos bloques para que sea más lucida y guarde una estética agradable para el que la esté contemplando. Justo detrás de la cruz de guía, se sitúa el grupo de las niñas que portan los atributos de la pasión, seguidas de un bloque de mujeres de mantilla y el paso de la cruz  junto con su estandarte respectivo. Detrás se abre un segundo bloque de mujeres de mantilla, con el estandarte de la Virgen y por último un tercer bloque con los estandartes y capuchones de los siete dolores, las cofradías invitadas de Medina del campo y por último el paso de la Virgen con la presidencia religiosa y la presidenta de la cofradía acompañada de las representantes del ayuntamiento, cerrando las representaciones de las otras entidades miembros de la junta de semana santa.

Cuando termina la procesión, hay mucha emoción contenida y sobretodo mucha alegría porque todo salió bien, todos los nervios están a flor de piel y es normal ver a muchas de nosotras con alguna lágrima, pero ya con la ilusión de preparar la siguiente semana santa para que sea mucho mejor.

Mª Paz Muñoz Prieto