lunes, 10 de marzo de 2014

LA PROCESION VA POR DENTRO

DOMINGO DE RAMOS

Domingo de Ramos, día de jubilo y alegría en la Jerusalén castellana, el Señor, al igual que en Jerusalén, entra por las murallas de la Ciudad Santa. Es aclamado con palmas y ramas de olivo. Después de la Eucaristía sale Jesús escoltado por la Archicofradía de Medinaceli. Y tras el su Madre bajo la advocación de los Infantes, portada por los niños de la Juventud Antoniana con vestimenta franciscana. Parten hacia su casa, su sede en el Convento de San Antonio. Desde la vista y sentimiento de un hermano de la juventud antoniana vemos como es la procesión.



Son muchos los nervios que se viven las semanas de antes de la salida. Los ensayos de los jóvenes que portarán el paso, los preparativos de organización, preparativos de la ropa de la Virgen, etc... Pero por fin llega el día esperado, el día de la entrada del Señor en Jerusalén, y el día de devolver a la Señora de los Infantes. El momento más feliz para mi personalmente es el momento en el que el Sr. Obispo imparte la bendición. Entonces todo empieza a marchar. Los jóvenes ceden paso a Jesús sobre la borriquita mientras forman en el interior de la Catedral. Suena la Marcha Real. Empezamos a salir poco a poco. El Corazón empieza a palpitar a mil cuando ves a tu Virgen cruzar el dintel de la puerta principal de la Catedral. Entonces los fieles y atentos espectadores arrancan en aplausos y vítores es cuando respondes la pregunta ¿lo estaremos haciendo bien? que te hacías las semanas anteriores. Es una mezcla de sentimientos y emociones que gracias a la oportunidad que me ha dado este blog he podido transmitir un poco.
Gracias
Víctor Hernández Hernández

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