lunes, 30 de mayo de 2016

SENTIMIENTO VAQUERO EN LA TRINIDAD

Tres dias fueron el preludio para la fiesta de la Trinidad. Un triduo que un año más reunió a los devotos de las Vacas para conmemorar la fiesta de la Santísima Trinidad. El domingo de mañana las campanas de una ermita suenan. Para muchos son unas campanas más, pero para muchos abulenses tienen un significado especial. Resuenan de alegría, repican porque es día de procesión, La Reina vuelve a salir. Su barrio la espera, su gente que la sigue siempre año tras año. El cielo de color azul, que sin darse cuenta se refleja en tu manto para teñirlo de azul y plata. La gente en sus balcones, te miran al pasar y Tú, te giras para saludar a cada uno de ellos. Los mozos de las Vacas que con tal devoción te llevan te reciben en su peña, Ramos de flores que te regalan a cada paso que das. 
Cuestas para bajar al barrio, que desde sus balcones adornados tiran petaladas al paso de su Madre de las Vacas. Esa es la única lluvia que podíamos contemplar en esa mañana. Pétalos que con tal gracia se colocaban en tu melena o en tu corona. 
Pero en la fiesta de tu barrio, no podías faltar a tus patios. Adornados con el mas mínimo detalle, cadenetas en el cielo, tomillo en el suelo mantones en los balcones y arcos para tu entrada. Suena el pasodoble, suena la banda, tu cara cambia, tus mozos bailan contigo. El ritmo del pasodoble una vez mas se nos mete por las venas, nos inunda todo el cuerpo, haciéndonos participes del momento. El olor a cantueso y tomillo inundan todo el patio mientras tu saludas a cada uno de los vecinos que desde su casa te sienten mas cerca durante un momento. Ese sentimiento que es tener a la Reina frente a tu casa, sentir que casi está dentro de ella y que quiere quedarse allí para siempre. 
Recorrer las calles de todo un barrio sin dejarse ninguna por pasar, calles anchas o hasta por el mas mínimo callejón estrecho te llevan Madre de las Vacas. Un año mas has sido la protagonista del mes de mayo, pero en todavía más en éste. Coronada una vez más has paseado con tus devotos. Padre, Hijo y Espíritu Santo te coronaron como Reina y Madre de Avila. 
Y la mejor despedida que te podíamos dar después de toda la mañana, el canto de la Salve volvió a sonar desde el corazón vaquero. En ese momento no hay distinciones, da igual si eres mozo, vecino del barrio o devoto, todo se paraliza para cantarte. 
Virgen de las Vacas,  te hemos acompañado todos el mes de mayo, tus devotos te pedimos día a día que tu nos lleves de tu mano siempre. Pero no se como decirte Reina lo que siento por ti. No se como explicar el momento que te miro a los ojos, me dejas sin palabras, y una lagrima se escapa. No se que cual es la palabra correcta para expresar el sentimiento que tenemos por ti y solo con mirarte sabes lo que queremos decir. Es tu cara madre, la misma imagen de la verdadera alegría. Tu eres el pilar de la fe de todos los devotos que cada día lo primero que hacen es pensar en ti. Tu eres la madre de todos esos niños que aun siendo muy pequeños llevan tu medalla al cuello. Tu eres la protectora de todos tus hijos que desde pequeños llevaron la tradición de sus abuelos y padres, y que perdurará durante las próximas generaciones. Porque eres Tú, Reina, Madre, y Protectora. Porque de que sirve intentar explicar algo que ya sabemos y sentimos los que nos reunimos a tu lado. Porque cuando alguien nos pregunte ¿ Por qué la  Virgen de las Vacas?, solo tengamos que responder: lo que siento no se explica, es sin más EL SENTIMIENTO VAQUERO.















































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