miércoles, 26 de marzo de 2014

LA PROCESION VA POR DENTRO

VIERNES SANTO

Todo esta cumplido ya, Jesús ha caminado hasta el Golgota donde lo han crucificado junto a dos malhechores. Ha pronunciado las siete palabras, todo Avila ha reflexionado sobre ellas en el Sermon.
Las puertas de la iglesia se abren para que Jesus muerto y enterrado en el sepulcro salga a la calle. Maria, su madre camina Dolorosa detras, con lagrimas muy apenada, viste de negro, de luto riguroso por su hijo, el que entregó el Espiritu al Padre, el que dio su vida por nosotros. Entre las callejuelas empedradas camina el Patronato de las Angustias con el toque de la ternura del angel custodio.


Desde que era pequeño, siempre que la climatología de Ávila nos lo ha permitido, he salido con el Real e Ilustre Patronato de Nuestra Señora de las Angustias y el Santo Sepulcro.
El simple hecho de poder cruzar el umbral de la puerta de la iglesia con nuestras imágenes, después del trabajo realizado durante todo el año, y sobre todo los preparativos del mes anterior, te crea mucha satisfacción.
Muchos miembros de mi familia y amigos salen conmigo en la procesión haciendo penitencia, así como antes lo hicieron muchos de nuestros antepasados antes que nosotros. Si algo caracteriza al Patronato, es que se trata de una cofradía pequeña y muy familiar en comparación con el resto.
Nuestro Patronato es uno de los más antiguos de la ciudad, ya que conocemos sus procesiones desde la primera mitad del siglo XVI, aunque por aquel entonces se denominaba la Cofradía de la Quinta Angustia, y nuestra salida era desde la Iglesia del Convento del Carmen Calzado, donde se encontraba la suprimida parroquia de San Silvestre.
Los avatares de la historia nos han llevado por muchos cambios de sede, así como a muchas concordias y fusiones con otras cofradías por las iglesias por donde hemos ido pasando, aunque siempre manteniendo al Patronato de las Angustias como ente principal.
También me gusta de mi Patronato la forma tradicional de desfilar, con un traje sencillo y de colores sobrios, sin adornos, a la manera y formas de Castilla. Así como la figura del Ángel Custodio que aporta una nota de color y ternura a nuestras imágenes titulares que reflejan la muerte, y el dolor de una madre por su hijo.
Me emociono solo de pensar el pode.r salir este año otra vez, y sobretodo el haber podido volver a San Ignacio de Loyola o Santo Tomé “El Nuevo”. Volver a nuestra casa ha sido algo muy anhelado y demandado por todos nuestros hermanos. Particularmente pienso que nunca debimos salir de allí, y que la estancia en la Catedral solo nos trajo perjuicios, ya que no pudimos dar el culto adecuado, ni las debidas atenciones a nuestras tallas.
Estamos trabajando por mejorar en lo posible todos los actos, así como las relaciones con otras cofradías e instituciones. Algo con lo que me gustaría poder contar, es con más hermanos para poder sacar La Dolorosa en andas, siempre estaremos agradecidos a los anderos del Santísimo Cristo de las Batallas por sacar al Santo Sepulcro.
También otro de mis deseos sería encontrar el paradero de nuestra antigua imagen de Las Angustias, actualmente en paradero desconocido, aunque espero poner pronto solución a este último tema.
Eduardo Duque Pindado


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