JUEVES SANTO
El Triduo Pascual comienza, el Jueves Santo ya ha llegado Avila se agolpa a las puertas de la Catedral para ver como el Patronato de la Santa Vera Cruz rememora la la Pasion de Jesus, todo el camino que el Señor transcurrió hace 2000 años, y muchos años despues esa llama sigue viva en todos nosotros. El Cristo de los Ajusticiados que en la madrugada del Viernes Santo sale a la calle para recibir a sus devotos y realizar junto a ellos el camino del Calvario alrededor de la gran muralla que rodea nuestra ciudad. Una espalda que cuando la ves impone, te hace pensar por lo que Jesús pasó, el ultimo suspiro del Señor se representa en la tragica escena que sale a la calle para recorrer un trayecto en una fria mañana
Comienza
la Cuaresma y ya se atisba el ambiente de Pasión. Las Hermandades abulenses se
afanan en preparar los detalles, nada puede dejarse descuidado para su gran
día. El Patronato de la Santa Vera Cruz de la capital es la entidad penitencial
que participa en más procesiones, por eso los Hermanos activos redoblan
esfuerzos para hacer que nuestra tradición presente en Ávila desde 1540 continúe
viva.
Desde
2011 la mañana de Jueves Santo contempla el traslado del Cristo desde su
hornacina de piedra de su ermita hasta la Catedral. Llevado a hombros por sus
devotos camina en busca de su trono dorado y la Procesión de Los Pasos. Una
hora antes del inicio de la estación de penitencia los Hermanos de Vera Cruz
acceden al templo – fortaleza de El Salvador, el bullicio de los instantes
previos te hace percibir que allí estás un año más para rememorar la Pasión y
Muerte del Señor. Con tu medalla al cuello, los sentimientos que traspasan la
piel y la mirada que se torna en lágrimas contenidas cuando miras los nueve Pasos.
Nueve escenas que cuentan la Pasión de Cristo.
Cada
uno sabe su lugar en la procesión, el mío está delante de la Santa Cruz. Por
decisión de la Junta de Gobierno presido el Paso símbolo del Patronato y de los
cristianos. Desde el siglo XVI hasta ahora ha sido contemplada, así lo hago yo justo
cuando suena el reloj de la Catedral y marca las 21:00 horas. Me santiguo y las
puertas se abren ante mí, para todos los nazarenos que mantienen viva la llama
de uno de los Patronatos penitenciales más antiguos de la ciudad de la muralla.
Las
calles están llenas pero el transcurrir de Los Pasos hace que tan sólo se oigan
los sonidos de la corneta, también de las campanas que hacen sonar los Hermanos.
La Santa Cena, y tras ella Cristo de rodillas en el huerto de los olivos, un
Prendimiento de la Escuela de Salcillo que refleja el momento de la traición. Los
tambores marcan el paso hacia el Calvario reflejado en la Columna, en La
tercera Caída y como no, en el paño inmaculado que porta La Verónica. Una Santa
Faz a la que admiran ya en la cruz mientras escuchan La Tercera Palabra. Llega
Cristo en sus últimos momentos de vida, la plaza de la Catedral se convierte en
silencio como muestra de devoción y estremecimiento por la espalda del Cristo
de los Ajusticiados, que es el ejemplo del sufrimiento y de la redención. Por
eso todos quieren ir a su lado, como hacen en el Vía Crucis amurallado, algo
único que sólo podemos ver en Ávila.
Cuando
llega el Viernes Santo sientes el cansancio que se mezcla con el pensamiento de
haber cumplido con el legado dejado por los antepasados de Vera Cruz. Ellos
dieron los primeros pasos, pusieron las primeras piedras en la Ermita del
Humilladero y ahora nosotros, y los que queráis formar parte del Patronato,
seguimos esa senda penitencial que hemos elegido y que se viste de morado y
granate cada Semana Santa en Ávila.
Roberto
Ponce Jiménez
Secretario
del Ilustre Patronato de la Santa Vera Cruz
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