Les
recibe el Padre Segundo Fernández al cual exponen su deseo pero éste les comunica
que esa imagen no puede procesional debido a su delicado estado de
conservación; albergando una cierta esperanza de algún día no muy lejano poder
ver cumplido este sueño de muchos abulenses.
Ante
esta noticia ellos solicitan la imagen del Santísimo, que se encuentra según se
entra en la Iglesia
al lado izquierdo, un Cristo Crucificado que despierta entre los abulenses
mucha devoción. No tiene el valor artístico de la otra talla pero sí el valor devocionario
de los muchos abulenses que se acercan a La Santa.
El
Padre Fernández les comunica que el Prior se encuentra de viaje y en unos
quince días esperan su regreso, el Señor Martínez. En nombre de esa pequeña
gestora, le traslada que en tres días le presentará un borrador de los
Estatutos para su conocimiento y los cambios que ellos crean necesarios. A la
vez le solicita una reunión lo antes posible con el Prior, la cual se lleva
antes de lo fijado por el regreso anticipado del Padre José Vicente, recibiendo
a la gestora que en esa fecha había aumentado su número a doce miembros.
En
esa reunión son aceptadas sus propuestas por parte de la Comunidad de Padres Carmelitas
Descalzos; de una parte admitir a la Cofradía en su casa y de otra la cesión de la
imagen del Santísimo Cristo de los Afligidos para realizar la Estación de
Penitencia. Quedaba fijar el día. En un momento pensaron en la tarde
del Domingo de Ramos. Este día el Padre José Vicente no lo veía por ser un día
de triunfo de Nuestro Señor. Después de barajar días, para no coincidir con
otras entidades, la única fecha libre era el Viernes de Dolores; realizar
el Vía Matris fue sugerido por D. Benjamín López de Juan, a la sazón párroco de
San Juan. De esta manera, D. Adolfo González Montes, como obispo de nuestra
Diócesis, firmó sus Estatutos el 31 de diciembre de 2000, quedando erigida
canónicamente la Cofradía
el último día del milenio y del siglo XX.
La primera Estación de Penitencia coincide con un nuevo siglo y milenio. Para ésta
primera procesión contaron con la colaboración de la Archicofradía de
Medinaceli, la cual se prolongó durante tres, procesionando con la imagen de
Nuestra Señora de las Lágrimas. Gracias a la cesión de una imagen de la Virgen bajo la advocación
de Santa María Consuelo de los Afligidos, obra del escultor abulense José Luis
Jiménez Hernández, ésta Cofradía vio cumplido su deseo de ser independiente al tener
una imagen propia, una dolorosa donde las haya, conocida por la Virgen de las Tres
Culturas. Ocurrió en la Semana Santa
del año 2004.
En el año 2012, el 30 de marzo, Viernes de Dolores, la Cofradía adquiere y estrena
una nueva imagen bajo la advocación de Nuestra Señora de la Paz , con la intención
de armonizar el conjunto escultórico, por la similitud entre ambas imágenes. La
talla de la Virgen
es del escultor de Lucena (Córdoba), Antonio Fernández.
El Santísimo Cristo de los Afligidos, una bella imagen de Jesús que pocas veces lo vemos representado con un rostro tan sereno, con los ojos cerrados soportando todo el dolor que ha conllevado la pasión.
Y Nuestra Señora de la Paz, dos lágrimas de dolor que recorren su cara de dolor. Vestida de hebrea con manto de color rosa. Mira al hijo desolada como sufre por todos los pecados de la humanidad
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