Dicen que hay dias en la vida de los
que nunca te olvidas, un acontecimiento que te ha marcado para
siempre. Pero puede ser que no solo sea un hecho que marque a una
persona sola, puede paralizar a una ciudad entera. Avila ha vivido
hoy un acontecimiento que siempre recordará en su memoria. Un 8 de
diciembre de 2014 cuando toda una ciudad se volcó con su Esperanza.
Una misa de acción de gracias marcaba el comienzo de una jornada
inolvidable. En torno a las 11:30 h se oye el crujir de las puertas
de la Iglesia de San Juan dando paso a la cruz de guia. Hermandades,
Cofradías y Patronatos de Avila han acompañado a la Hermandad de la
Esperanza en su peregrinar.
Nuestra Señora de la Esperanza
radiante como el sol que lucía en la mañana, portada por sus
anderos al golpe de martillo se elevaba al cielo de San Juan.
Esperanza, Dios te salve, Reina de
Avila...palabras entonadas por el coro de la Hermandad cuando la
Madre cruzaba el dintel de la puerta. Encaminandose por las estrechas
calles de Avila ha llegado hasta las Siervas de Maria en el Convento
de la calle Soledad. Y llegando hasta el Convento de la Santa, con la
dificultad de la puerta ha entrado para visitar a la Cofradía de los
Afligidos y al El Amarrao. Un sol resplandeciente la esperaba a la
salida para iluminarla como se merece. Y caminando por estrechas
calles el cortejo procesional llegaba hasta la pequeña ermita de San
Esteban donde la Virgen del Consuelo esperaba impaciente. Una puerta
pequeña, la gente agolpada a la puerta con los ojos puestos pensando
en que no entraba la Esperanza por la puerta. Pero dicen que la
Esperanza es lo utlimo que se pierde, y había que intentar cruzar el
arco de la puerta. Ella no se iba a quedar con las ganas de entrar en
este dia tan especial. Con sumo cuidado la Reina entraba a
encontrarse con la Virgen del Consuelo, una imagen que queda en la
retina de todos los que lo han vivido. La Salve se volvía a entonar
en la ermita para alabar a las dos imagenes marianas reuindas en el
pequeño templo.
Camino de Mosén Rubi, la Madre
Esperanza llegaba despacio balanceada por todos los hermanos que la
llevaban. Allí las Hermanas Dominicas y la Hermandad del Cristo de
las Batallas la recibían con los sonidos de el Canto de la Salve.
Continuaba en rezo del Santo Rosario
que llegaba hasta el arco del Mercado Chico, El Arco, Su Arco por el
que cada Lunes Santo pasa rozando los varales mientras sus anderos de
rodillas la mecen. Pasando el arco la comitiva del Ayuntamiento la
recibía en la Plaza, desde la cual ha bajado por la calle Vallespin,
para ir a su casa. Blasco Jimeno se habia vestido de fiesta para este
día, hoy la Esperanza no la ha bajado como estamos acostumbrados,
subia la pequeña cuesta acompañada de los abulenses. Y llegando a
la puerta de San Juan, mientras la Esperanza daba la vuelta para
despedirse de Avila, el coro de la Hermandad entonaba una sevillana
dedicada a su madre. Una maravillosa composición que se ha grabado
en la mente de todos, ese ritmo andaluz que se oía en las calles de
Avila. La Esperanza se a despedido de todos hasta el proximo Lunes
Santo que la veremos salir de San Ignacio de Loyola.
Hoy la Esperanza no lloraba, en su
mirada no habia tristeza ni dolor. Hoy la Esperanza reía, estaba
feliz, ilusionada por pasearse a la luz de Avila. María, la Reina de
la Esperanza, mas hermosa que los querubines del cielo, en este dia
de tu aniversario te pedimos nos concedas nuestras suplicas y
plegarías que mirandote a los ojos te hemos pedido durante el rezo
del Santo Rosario. Ayudanos en nuestras necesidades, madre de los
abulenses y devotos, madre de todos los hijos de tu hermandad que con
gran fe y devoción llevan tu medalla al cuello.
Tus hijos lloran cuando te ven
resplandeciente salir por tu puerta, lloran cuando te cantan tu salve
en Blasco Jimeno, lloran de emoción cuando una lluvia de petalos
inunda todo tu palio,lagrimas que derraman cuando cruzas tu arco.
Pero madre de la Esperanza todas estas lagrimas son felicidad que no
se puede contener, sentimientos que no se pueden explicar cuando te
miran a los ojos. Imposible aguantar la mirada frente a frente
contigo. Las lágrimas inundan los ojos del fervoroso devoto.
En este día as devuelto a derrochar
esperanza, has bendecido Avila y a sus hijos, nos has llevado a todos
en esa rosa blanca que sostenías con cuidado en tu mano derecha.
Porque lo podemos decir mas alto pero
no mas claro:
AVILA LLEVA 60 AÑOS DE ESPERANZA.
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