martes, 10 de mayo de 2016

LOS ÁNGELES TE CORONARON

Escribimos una página mas en la historia de nuestra pequeña ciudad, es más podemos decir que somos historia viva y que hemos hecho historia. La ciudad sentía que estaba de fiesta, una inmensa alegría compartida con un barrio que coronaba a su Madre. Los cohetes resonaban fuertes, las campanas repicaban con mas fuerza que nunca, era el día señalado que tantos años se estaban esperando, porque en unas horas saldría la Virgen de las Vacas de su casa. 

Eran las cinco de las tarde cuando las puertas de la Ermita se abrieron, decenas de estandartes caminaban delante del cortejo acompañando el gran momento que iba a suceder. Y acompañada de sus inseparables mozos salía mas guapa que nunca, y como nunca antes la habíamos visto. Vestida con un manto azul celeste y una saya color rosa, que los mozos la regalaron con todo su cariño el ultimo día de la novena. Sobre su cabeza una corona de flores, pequeñas rosas que brillaban sobre su melena. Era la hora de partir hacia la plaza donde mas de 2000 personas aguardaban su llegada.
El sonido de la dulzaina y el tambor inundaba la plaza de Santa Teresa para dejar paso a la Virgen de las Vacas, que con la muralla de testigo mudo y Santa Teresa en lo alto de la palomilla, entraba entre aplausos y vivas de sus devotos. 
Misa Pontifical de Coronación oficiada por nuestro obispo D. Jesús García Burillo, la gente esperaba el momento. Siete fueron los mozos afortunados que bajaron a la Virgen para que fuera Reina, tuvieron el privilegio de cogerla por ultima vez antes de que fuera coronada. El tiempo se detuvo, muchos años esperando este momento, la gente guardo el silencio para que el Obispo abulense pusiera la corona, primeramente al Niño y después a Ti, Reina de las Vacas. La emoción vivida no se puede explicar con palabras, solo aquel que lo ha vivido sabe lo que es. Ya eres Reina del Cielo, de la Tierra, de Ávila y de tu Barrio. 
Como Reina Coronada, la Virgen de las Vacas recorrió la ciudad amurallada en una procesión triunfal. Recibida en primes lugar por el Ayuntamiento de la ciudad. La Hermandad de la Esperanza aguardaba a la Virgen en San Juan esperando a saludar a la Virgen de las Vacas. Pero no de un modo cualquiera. Bajo el dintel de la puerta de San Juan esperaba la Virgen de la Esperanza. Un momento único cuando frente a frente se encontraron la Señora de San Juan y la Reina de las Vacas. En gesto de la Hermandad de la Esperanza que nadie se esperaba y que hizo que ambas entidades se encontraran unas vez más aunque no fuera un Lunes Santo.
La corporación de la Diputación de Avila esperaba también para saludar con honores a la Virgen de las Vacas que prosiguió su camino hasta pasar el arco del Grande.
Y con camino de vuelta, hasta casa. Se la veía en la cara que quería llegar a su barrio, con su gente, con los que la rezan a diario y la quieren más que nada. En la plaza de la Ermita, abarrotada de gente, esperaban su llegada. Entre las cadenetas que colocan tus mozos, mariposas revoloteaban con el fuerte viento. Y al entrar en la ermita, las palmas resonaron mas fuerte que nunca. Al compás de las palmas rocieras tus mozos te depositaron en tu lugar por primera vez como Reina, para poder así cantarte la Salve, Tu Salve como Reina.  Dios te Salve Reina y Madre, las lagrimas no se pudieron aguantar, todo un barrio y una ciudad te acompañaron a cantarte a tus plantas.

Madre de las Vacas, Reina de la Ciudad de Ávila y de tu Barrio, has sido coronada por la devoción profesada por todos tus devotos. Ellos son los que han conseguido que pudiéramos vivir este acontecimiento. Pero no solo los devotos que hay en la tierra, sino los que debajo de tu manto en el cielo están. Ellos desde lo alto del firmamento observaron con detalle que después de luchar por ello, por fin se haya conseguido. Presidentes, patronos, y devotos ayudaron a los ángeles a bajar tu Corona del cielo, para hacerte Reina. Se junto la Tierra con el Cielo, tu uniste en la memoria de  los allí presentes, a los que ya no están entre nosotros, y si alguna gota cayó del cielo fueron las lágrimas de los que haya arriba te vieron coronar.
Una mujer vestida de sol coronada doce estrellas y la luna bajo sus pies. Tu misma definición Madre de las Vacas. No hay palabras que describan cuando te miro a los ojos, cuando siento tu mirada en mi corazón y noto como sonríes al verme. Virgen de las Vacas lo vivido en ese día histórico no tiene explicación, has hecho historia. Y no cabe duda que en ese día has conseguido conquistar y ganarte el corazón de algun que otro abulense que se pone bajo tu protección.

TU ERES NUESTRA REINA, VIRGEN DE LAS VACAS















































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